miércoles, 18 de julio de 2007

Y ahí estaba el, con una rosa escondida entre su chamarra. Ella se acercó a el y lo abrazó. Sintió algo que le llamó un poco la atención. Pero lo ignoró por completo (pensando que eran solo papeles, basura etc...). El le pidió que lo volviera a abrazar y ahí estaba el, sacando una rosa de su chamarra y dándosela a la que en ese momento era su pequeña niña. Ella le sonrió pues fue eso, un detalle tan especial para ella. No dudó ni un minuto en volverlo a abrazar pues esos pequeños detalles eran lo único que ella pedía, lo que mas la hacían feliz.
Pues ese recuerdo es lo que siempre tendrá ella grabado en su mente, y sobretodo en su corazon.

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